Los cítricos están entre las frutas más cultivadas y consumidas. Su producción global ronda los 152 millones de toneladas (media de los años 2016-2020) a nivel mundial y 11 millones de toneladas en toda la UE, según datos de la FAO recogidos en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
España es el mayor productor de cítricos de la Unión Europea (60% sobre el total de producción UE) y sexto del mundo (5%). El MAPA cifró la superficie nacional de estos cultivos en 2021 en 300.504 hectáreas y la producción media en las campañas 2016/17 a 2020/21 en 6,85 millones de toneladas. Una gran parte de estos frutos, casi el 60%, se destina al mercado exterior, siendo España el principal país exportador de cítricos en fresco, con una cuarta parte de las exportaciones mundiales.
A nivel nacional, la principal región citrícola es, con diferencia, la Comunidad Valenciana. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, destaca la trascendencia del sector en la región, así como las dificultades que afrontan los productores, algunas de ellas asociadas a las normativas europeas, como la obligatoriedad de implementar el cuaderno digital de explotación. “Valencia produce alrededor de 4 millones de toneladas cuando tenemos una buena cosecha. Europa produce 11 Mt y tiene un potencial de 12-13 Mt”. Estas cifras podrían ser aún mayores “si estuvieran en producción las 30.000 hectáreas de cítricos que ya no tenemos en Valencia y otras zonas. Si hubiera un buen precio para los cítricos, aumentaría la producción”. “La política europea debería tener en cuenta las grandes magnitudes del sector”, añade.
Recientemente, la Unió Llauradora manifestaba, en su balance de la campaña citrícola 2022-2023, su preocupación ante la pérdida de producción continuada de cosecha en la Comunidad Valenciana a lo largo de las últimas tres campañas. Según los datos que manejan, este año ha sido de poco más de 2,9 millones de toneladas, un 11% inferior a la pasada y un 17% menos que la media de las campañas desde principio de siglo. Una merma de capacidad productiva que achacan a la falta de rentabilidad y las consecuencias del cambio climático. El pasado año se abandonaron otras 6.151 hectáreas de cítricos en esta comunidad autónoma, un 4% más que en 2021.
Por su parte, Cristóbal Aguado alerta, asimismo, de otro de los peligros para el sector. “Desde 1968 han entrado en la citricultura 24 nuevas plagas. El 5 de julio comenzará en Europa a debatirse sobre CRISPR. Combatir plagas a veces significa plantas resistentes o tolerantes contra enfermedades”.
Garantizar el futuro
Con todos estos datos en la mano, es necesario analizar qué medidas cabe tomar para asegurar la viabilidad y continuidad del sector, para lo cual es clave que sea una actividad rentable y sostenible económicamente para los citricultores.
Con la vista puesta en ese futuro, la Generalitat Valenciana presentó el pasado marzo el Plan Integral Citrícola de la Comunidad Valenciana, pensado para mejorar la rentabilidad de las explotaciones. A tal fin, cuenta con seis líneas estratégicas con acciones específicas para relanzar un sector que representa “un tercio de la producción final agraria de la Comunidad Valenciana”, destaca el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes, que vislumbra un futuro prometedor, si se toman las medidas adecuadas. Tenemos fortalezas: una producción consolidada, una organización empresarial única que domina el mercado europeo, garantías medioambientales, que cada vez son más importantes en Europa, y también tenemos oportunidades en otros mercados. La evolución va a venir por una mayor necesidad de organización del sector, económica, social y productiva y por una mayor incidencia de incorporación masiva de tecnología, de I+D y de ciencia al cultivo”.
De izquierda a derecha: Ana Díaz (Grupo Editorial Agrícola-Henar Comunicación), José Francisco Sales (AVA-ASAJA), José María Gil Martínez (Kubota) y Vicente Navarro (Fertiberia Tech), en la Jornada Agrícola Café "El futuro de los cítricos"
Tecnología y sostenibilidad
En esa búsqueda de rentabilidad, sin perder de vista la sostenibilidad, tan presente en las políticas europeas, los avances tecnológicos pueden ser grandes aliados para cimentar las bases de la citricultura del futuro. Empresas como Kubota acercan la tecnología a los productores: “Nuestro trabajo es formar a nuestra red de concesionarios y a los agricultores para que puedan aprovechar la tecnología para ser rentables y competitivos”, afirma José María Gil, especialista de Producto - Áreas verdes, tractores compactos y especiales. “El sentido de la tecnología y su desarrollo es facilitar la vida a quien la utiliza”, además de proporcionar una mayor productividad y mayores rendimientos.
En los últimos años, la empresa japonesa ha realizado inversiones como la adquisición del Grupo Kverneland, Vicon, Pulverizadores Fede o el acuerdo con Topcon para la colaboración en el campo de la agricultura inteligente. “Una tecnología bien empleada ahorra costes y, consecuentemente, también aporta un respeto mayor al medio ambiente”, añade José María Gil. En este sentido, dentro de su gama de pulverizadores, Kubota ofrece “el sistema H3O”, que facilita la aplicación de las dosis de insumos que necesita el cultivo “y que haya la menor deriva posible” y, para los tractores, “el dispositivo SCG, instalable en cualquier marca”.
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No solo hay tecnología en los tractores, sino también en los insumos. En el caso de los fertilizantes de Fertiberia Tech, llevan aparejada una importante labor de I+D. Vicente Navarro, gestor de cultivo de Cítricos y Subtropicales en Fertiberia Tech, explica que la tecnología que hay detrás de un fertilizante “va en dos líneas: la protección del abono y la bioestimulación que podemos generar en la planta para optimizar el nutriente que estamos aportando”. En cuanto a la protección física o química, Fertiberia Tech cuenta con “la tecnología Duo Pro en su gama de abonos sólidos. Ese abono lleva una doble protección: la química y la física, un polímero que regula la liberación del abono de forma controlada y así los nutrientes no llegan a las capas freáticas”. En bioestimulantes, ofrecen “tres tecnologías, que abarcan todo el campo de uso de la citricultura: una que incorporamos en los abonos líquidos, que pone a disposición de la planta los nutrientes; otra que va más encaminada a mejorar las producciones; y la más novedosa, la tecnología Care, que nos permite ‘hablar con la planta’ y generarle los estímulos que va a necesitar frente a los ataques que puede sufrir”.
Sanidad vegetal
La tecnología también puede jugar un papel importante en la lucha contra las plagas y enfermedades que afectan a los cultivos y que, en el caso de los cítricos, comprometen el presente y el futuro del sector. Por un lado, debido a la entrada de nuevas plagas importadas, que se suman a las ya presentes en nuestro país. Por otro, por la progresiva retirada de las materias activas para combatirlas y la reducción en el uso de fitosanitarios a la que conducen estrategias europeas como “De la Granja a la Mesa”. Y, en tercer lugar, por la falta de reciprocidad con las importaciones, que compiten con las producciones locales sin estar sometidas a los mismos condicionantes regulatorios establecidos para las producciones comunitarias.
Desde el sector coinciden en que son posibles otras alternativas, como la lucha biológica o la biotecnología, para hacer frente a las plagas que amenazan los cultivos de cítricos, pero es necesario contar con el tiempo de adaptación suficiente para asegurar su eficacia y para seguir investigando en nuevas soluciones, y que siga siendo rentable. “En Bruselas viven una realidad diferente a la que pisamos en nuestro día a día en nuestros campos. Esa realidad se basa en deseos, que son correctos para establecer objetivos a medio y largo plazo, pero no se pueden imponer de hoy para mañana”, indica Juan Salvador Torres, secretario general de AVA-ASAJA.
En este ámbito, empresas como Bayer aportan a los citricultores herramientas para cuidar sus cultivos sin perder de vista rentabilidad y sostenibilidad. “Nuestros clientes afrontan una triple presión cada campaña: regulatoria, por el descenso de materias activas disponibles en el mercado; comercial, por la obligatoriedad de reducir el número de residuos en la fruta que venden; y de costes, por la necesidad de maximizar las inversiones en sus fincas”, señala Álvaro Ramos, Campaign Activation Este de Iberia, Bayer Crop Science. “Nuestra estrategia -añade- busca combinar la máxima eficacia contra las principales plagas en cítricos con el menor empleo de residuos posible. Por ello, la campaña anterior lanzamos al mercado nuestra ‘Estrategia de cítricos Bayer’. Combina un dispositivo biotécnico basado en feromonas (Vynyty Citrus), otro químico de referencia en el sector (Movento) y un aceite parafínico biológico (Citrole). Todos ellos aplicados en el momento óptimo de tratamiento gracias a la herramienta digital ‘Cropping View’, que genera alertas automáticas y gratuitas. En definitiva, buscamos combinar el poder de la naturaleza con la potencia de la ciencia y la digitalización”.
Un tema para el análisis y la reflexión
Las declaraciones reflejadas en el presente reportaje han sido extraídas de la Jornada Agrícola Café ‘El futuro de los cítricos’, organizada el 6 de junio en Valencia por Grupo Editorial Agrícola–Henar Comunicación, junto con la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). La jornada, que contó con más de un centenar de asistentes, estuvo patrocinada por Fertiberia Tech y Kubota, con Bayer como colaborador.