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Los 5 países que son referente en política forestal y por qué

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MAQUINARIA

12/08/2024

5 minutos en leer

Cada verano con temperaturas superiores a la media o con grandes incendios forestales el foco del debate público se sitúa sobre la necesidad de una gestión forestal que evite o reduzca los riesgos para la naturaleza y la población. Pero, ¿qué significa esto? ¿Qué es la política forestal y cómo debe responder a los desafíos crecientes que genera el cambio climático?

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define la política forestal como “un acuerdo negociado entre el gobierno y las partes interesadas (los sujetos que dependen u obtienen beneficios de los bosques, o aquellos que deciden, controlan o reglamentan el acceso a esos recursos) acerca de las orientaciones y principios de acción por ellos adoptados, en armonía con las políticas socioeconómicas y ambientales nacionales, para guiar y determinar las decisiones sobre el uso sostenible y la conservación de los recursos de bosques y árboles en beneficio de la sociedad”.

Esta política forestal es un marco general que debe trasladarse a la realidad con un plan de gestión forestal sostenible. Esto significa, según la FAO, administrar y usar los bosques y terrenos forestales de manera y al ritmo que permita mantener su biodiversidad y su potencial para cumplir, ahora y en el futuro con las funciones pertinentes en materia social, económica y ecológica, tanto en el ámbito local como nacional y global y sin causar daños a otros ecosistemas. 

Quizás el mejor modo de entender cómo se lleva a la práctica este conjunto de políticas, planes y tareas es conocer los países que mejor lo hacen. Ya te adelantamos que algunos de ellos no son grandes potencias económicas y pese a ello pueden dar algunas lecciones.

Países con una gestión forestal sostenible

1. Costa Rica


El país centroamericano sufrió los efectos del boom del turismo y de una expansión brutal de la ganadería y a finales de 1980 pasó a liderar los rankings mundiales de deforestación. El Gobierno costarricense reaccionó con un plan para proteger el bosque, gracias al cual la cubierta forestal de Costa Rica pasó del 21% de finales de los años 80 al 57% en 2022. La receta fue regularizar la actividad agrícola y ganadera para proteger los bosques, frenar la recalificación de los bosques a otros usos y dar incentivos económicos a personas que protegiesen y reforestasen el bosque. Costa Rica se ha convertido así en uno de los grandes destinos de naturaleza y conservarla es ahora un interés común a todos los agentes del país. 

2. Chile


El vínculo de las comunidades locales con el bosque y la naturaleza chilena es milenario, pero durante la dictadura, el país apostó por una política forestal más economicista. La presión de las comunidades mapuches y el giro político propició un nuevo cambio de rumbo con la ley sobre recuperación del bosque nativo y fomento forestal.

Su política forestal se ha centrado en impulsar el aprovechamiento del bosque por las comunidades locales, potenciando la silvicultura, la modernización de estas actividades y el aprovechamiento integral de los recursos forestales.

3. Bután


El país asiático ha llevado al máximo la corresponsabilidad de la población civil en la gestión forestal con uno de los artículos de su Constitución, que dice: “Cada persona nacida en Bután es un administrador de los recursos naturales del Reino y del medio ambiente en beneficio de las generaciones presentes y futuras".

En 2008 dio un paso más al establecer en su Carta Magna que el país deberá tener siempre un mínimo de cubierta forestal del 60% y que “el desarrollo sostenible ecológicamente equilibrado deberá estar protegido”.

Hoy, conocido como el país más ecológico del mundo, Bután solo permite la agricultura ecológica, mide el Índice Nacional de Felicidad Bruta en lugar del PIB, tiene un turismo muy limitado y vigilado y es el único país del mundo con emisiones de CO2 negativas.

4. Gambia


En 1995 este pequeño y pobre país africano decidió poner en marcha un plan de gestión forestal innovador cediendo la propiedad de sus bosques estatales a las comunidades locales que consiguió frenar la deforestación, incrementar la superficie forestal, reducir los incendios y la tala ilegal. Esas comunidades locales se han visto beneficiadas por la comercialización de madera y otros recursos forestales y por el aumento de tierras de cultivo para frenar el hambre.

Desde entonces, Gambia ha suscrito numerosos compromisos internacionales para combatir el cambio climático y la biodiversidad, conservar sus ecosistemas, proteger sus Sitios Naturales Sagrados y fomentar las prácticas agrícolas sostenibles.

5. Suiza


En Europa tenemos un gran ejemplo de gestión forestal sostenible: Suiza, un país pionero en la protección de sus bosques, promulgó su Ley Forestal en 1876 para garantizar su superficie forestal y la incrementó un 45% desde el siglo XIX hasta rondar actualmente el 31% de su superficie.

Ni en parques públicos ni en terrenos privados está permitida la tala de un solo árbol sin autorización y la sociedad civil participa en la planificación forestal y la resolución de conflictos forestales, un 56% certificados con el sello de gestión sostenible.

Suiza sufre desde hace años los efectos del cambio climático en sus bosques alpinos y experimenta con especies de árboles más resistentes a la sequía para mantener sus bosques vivos.

Líderes en utilizar la naturaleza para mejorar la vida en las ciudades 


Suiza no sólo vela por mitigar el cambio climático en sus bosques, sino también en sus ciudades, como Zurich, Ginebra o Lausana, que han desarrollado diversas iniciativas para reducir las temperaturas como los jardines interconectados, incentivos a las terrazas verdes y la creación de parques con especies más resistentes a la sequía. El objetivo es múltiple: contrarrestar el efecto isla de calor y reducir la temperatura de las ciudades en olas de calor, mejorar la calidad del aire, retener el agua del suelo, crear espacios habitables sostenibles y proteger la biodiversidad.

Unos objetivos que coinciden con los de Living City, el proyecto de Husqvarna dedicado a mejorar las condiciones de los espacios verdes urbanos. Dentro de este proyecto, el gigante sueco de maquinaria de bosque y jardín ha elaborado el informe sobre tendencias urbanas Re:thinking urban green spaces - from Nice to Necessary, a partir de una encuesta a los profesionales del cuidado de los jardines urbanos, expertos y habitantes de diferentes países de Europa.

  1. Plantar más árboles en las ciudades. El 68% de los consultados cree que plantar más árboles tendrá un enorme impacto en las ciudades en los próximos 10 años.
  2. La biodiversidad va más allá de la estética. Las plantas de los parques son sobre todo un medio para la supervivencia de la vida silvestre, como insectos o pájaros, entre otros.
  3. Los espacios verdes, como mitigadores de las altas temperaturas, las inundaciones y el dióxido de carbono, serán un derecho de la población, que deberán tenerlos cerca de sus casas.
  4. El tamaño no siempre importa. Pequeñas áreas verdes e isletas de humanización tienen un gran valor en las ciudades, así como los tejados verdes, que irán en aumento.
  5. Salud física pero también mental. Los parques tienen cada vez más valor entre la población como lugares para respirar aire puro, practicar ejercicio y relajarse.
  6. Un cuidado de las zonas verdes sin emisiones. Los responsables de cuidar los jardines urbanos demandan maquinaria más sostenible capaz de sustituir las actuales herramientas a gasolina y cumplir así con los futuros límites legales a las emisiones y uso de combustibles fósiles.
  7. La automatización de trabajos de mantenimiento está todavía por desarrollar, pese a que cada vez es más difícil encontrar trabajadores cualificados en el mantenimiento de zonas verdes.

Maquinaria a batería, cuidado sostenible del bosque y jardín 


La apuesta por la sostenibilidad de Husqvarna es global, tanto en sus avances hacia soluciones inteligentes en materia de recursos y de bajas emisiones de carbono para proporcionar maquinaria más duradera como fomentando iniciativas que protegen la biodiversidad. 

Líder en innovación y adaptación de la tecnología a batería a la maquinaria de jardín y bosque, Husqvarna cuenta con una amplia gama de herramientas a batería de jardín y forestal que destacan por sus altas prestaciones: generan cero emisiones y son eficientes, duraderas, silenciosas, ergonómicas, seguras, fáciles de usar y con un sistema que permite utilizar una misma batería para todas las herramientas de la misma gama.


Husqvarna es la primera empresa de jardinería y forestal que tiene como objetivo reducir un 35% sus emisiones de carbono en toda su cadena de valor entre 2015 y 2025 y todas sus innovaciones están enfocadas en mejorar la sostenibilidad de sus productos y mejorar las prestaciones a profesionales, como la solución de software inteligente que permite calcular la huella de carbono de las flotas de maquinaria de profesionales (Husqvarna Fleet Services), verificar su productividad y reducir su impacto ambiental.

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