En las primeras etapas de desarrollo, las necesidades nutricionales del cereal son relativamente bajas. Por lo general, el incremento de las temperaturas a la salida del invierno suele ser el desencadenante para incrementar la demanda nutricional debido a la mayor actividad que tiene el cereal (crecimiento y desarrollo). Pero también es importante evaluar el tipo de fertilizante para intentar ser lo más eficiente posible con los nutrientes.
tipo de fertilizante, además de valorar las propiedades físicas (granulometría, solubilidad, o presencia de polvo), hay que tener en cuenta la composición química del abono (cantidad de nutrientes, forma de nitrógeno (N), disponibilidad del fósforo, nutrientes secundarios, etc.). Por lo general, el N es el nutriente más limitante para la producción de cultivos, y dadas sus propiedades, también es uno de los nutrientes más susceptible a pérdidas. Concretamente, por emisiones de gases de efecto invernadero (N2O), por volatilización de amoníaco (NH3) o por lixiviación de nitratos (NO3).
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